A partir del huevo, todo.

Así es como William Harvey (1578-1670) resumió el descubrimiento del papel del huevo en la reproducción. Este descubrimiento terminó con la larga serie de interrogantes científicos acerca de los mecanismos precisos de la reproducción humana.

Una vez las células germinales que producen el huevo inician la meiosis, el huevo sufre posteriores desarrollos en algunos animales. Este desarrollo puede incluir el desarrollo de una yema e incluso una cáscara.

El óvulo final puede variar de tamaño de unas especies a otras. En los seres humanos, por ejemplo, el óvulo tiene apenas una décima de milímetro de diámetro. Pese a este pequeño tamaño contiene casi doscientas mil veces el volumen del espermatozoide.

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